viernes, 13 de julio de 2018

La música infantil y el surgimiento de lo maravilloso

En el andar por nuestras calles colombinas nos sorprende a veces lo que realmente debía ser normal y beneficioso; detalle que parece simple, pero tiene muchas implicaciones.
Hace unos días pude sentir la satisfacción de escuchar música infantil en dos cumpleaños de niños y niñas, en un ambiente muy acorde con esa edad donde primaba la alegría, fuente para la necesaria imaginación y el mejor desempeño creativo en esa etapa.
Aprecié el acompañamiento de la familia en el afán de ubicar la música que más beneficiara a sus  niños, con letras acordes a sus edades, desechando así frases fuertes e incomprensibles de otras canciones que a la larga pudieran deteriorar la relación de los infantes con las demás personas.
Así, podemos preguntarnos: ¿por qué beneficia la música infantil en esas edades tempranas? En los primeros años los niños se identifican mucho con los animales, entre ellos gatos y perros, surgiendo así un cariño especial que se complementa con la naturaleza, los colores, objetos en movimiento, y atracciones artísticas.

Las letras, melodías, ritmos, y efectos de las canciones infantiles recrean precisamente en la mente del niño esas vivencias en un ambiente que propicia las ideas más nobles  hacia esos anímales, lo que refuerza el cariño  hacia su familia y las demás personas, como un ente natural, para propiciar así el equilibrio necesario con una existencia feliz y emprendedora en el presente y el futuro. Por este motivo es tan importante la música infantil en los cumpleaños.
En este análisis surge la interrogante: ¿Por qué nos atraen tanto los niños, sobre todo en sus primeros años? En primer lugar por su inocencia, su gracia y espontaneidad, cualidades que tanto aprecia el ser humano, quien también se sobrecoge al ver a los pequeños viviendo a expensas de lo que los mayores puedan hacer por ellos.
Precisamente esa inocencia alrededor del cariño en la niñez será la base para encontrar la certeza entre aciertos y desaciertos en el camino de la vida, junto a las vivencias y la adquisición de conocimientos.
Estos sentimientos de la niñez junto al amor de la familia son valores fundamentales para la formación de una personalidad atractiva, que contribuirá a la aparición del reconocimiento social, eslabón necesario para la estabilidad emocional.
Podemos pensar que el cariño conformado en los niños se entrelaza con lo sublime de la música, en este caso infantil, gozo que aumenta su sensibilidad humana al aprender a amar, e influye favorablemente para que en el futuro sean hombres y mujeres de bien en su desempeño social.(Colaboración de Justino Martín García)

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